Los futuros profesionales requieren del uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en su proceso de formación. De lo contrario, carecerán de las herramientas que exige el competitivo mundo globalizado. En este contexto, es necesario que los docentes estén debidamente capacitados en el uso de herramientas tecnológicas y apliquen nuevas metodologías de enseñanza que promuevan en el estudiante un aprendizaje activo.
Los docentes del siglo XXI tienen el gran reto de aplicar el aprendizaje colaborativo en sus clases. Además, necesitan incorporar nuevas formas de manejar la información que les permitan a sus estudiantes construir conocimientos de forma individual y colectiva. En este escenario, las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) son idóneas para cumplir con estos objetivos.

Nuevas formas de enseñar y aprender

 Durante los últimos diez años, las TIC han aumentado su presencia en la educación superior, ya que enriquecen el proceso de enseñanza-aprendizaje. Hoy podemos encontrar desde plataformas de videoconferencia muy usadas, como Blackboard o Adobe Connect, hasta aplicaciones recientes que manejan realidad aumentada, como Aurasma o Augmented.

La adopción de las TIC en los programas formativos de las universidades, así como en las escuelas de posgrado permite a los estudiantes acceder a nuevas fuentes de información y canales de comunicación para compartir trabajos, debatir ideas y complementar su aprendizaje. También refuerzan su curiosidad y capacidad para resolver problemas y tomar decisiones, con una actitud más activa de exploración que los lleva a la reflexión y el replanteamiento de opiniones.

De este modo, las TIC se integran en los nuevos modelos formativos de las instituciones educativas, como un apoyo al quehacer de enseñanza, cuyo desarrollo genera la necesidad de innovar. Los docentes, mediante prácticas didácticas alineadas a las generaciones venideras, formarán profesionales más competentes y capaces de desempeñarse con éxito en sus organizaciones y responder a los nuevos desafíos de un mundo globalizado.

“Uno de los principales retos del profesor universitario y de posgrado es enseñar, sin saber con exactitud qué nuevas profesiones se crearán en el futuro.”